La Gestión Preventiva de Plagas (GPP) se define como un conjunto de acciones, estrategias y procedimientos diseñados para prevenir la aparición, proliferación y daños causados por plagas en diversos entornos, incluyendo industrial, comercial, institucional y residencial.

A diferencia de los métodos correctivos, que se implementan una vez que se ha producido una infestación, la GPP se fundamenta en la anticipación y el control proactivo. Su objetivo principal es garantizar ambientes saludables y seguros, además de cumplir con las normativas sanitarias vigentes.

Las principales características de la GPP son:

1. **Prevención:** Se centra en la identificación de factores de riesgo y condiciones propicias para la aparición de plagas, buscando eliminar o minimizar estos factores antes de que se conviertan en problemas.

2. **Control Proactivo:** Implementa medidas preventivas que pueden incluir capacitación del personal, mantenimiento adecuado de instalaciones y monitoreo de las áreas tratadas

3. **Cumplimiento Normativo:** Asegura que las prácticas de manejo de plagas cumplan con las regulaciones locales y nacionales, promoviendo la salud pública y la seguridad alimentaria.

4. **Sostenibilidad:** Promueve prácticas responsables que minimizan el uso de productos químicos y fomentan métodos ecológicos de control de plagas.